La Selección Colombia cerró la última Fecha FIFA del año con sensaciones positivas, dos triunfos consecutivos y una imagen que ilusiona de cara al Mundial 2026. La doble jornada frente a Nueva Zelanda y Australia dejó conclusiones relevantes para el equipo de Néstor Lorenzo, quien sigue consolidando la estructura, los liderazgos y la identidad futbolística del proyecto.
En este análisis, repaso los resultados, el rendimiento colectivo, los puntos altos y los aspectos por corregir de cara a los importantes compromisos que se aproximan en el 2026.

Colombia enciende la ilusión en esta última Fecha FIFA
En ambos partidos, ante Nueva Zelanda y Australia, Colombia se mostró sólida tal y como venía haciéndolo en los últimos partidos. No por nada el equipo de Néstor Lorenzo acumula nueve partidos sin conocer la derrota.
En el primer partido, el entrenador apostó por su estructura base: 4-3-3, con interiores más verticales y laterales proyectados. La idea era presionar alto desde el inicio y forzar errores en salida, algo que se vio en los primeros minutos y que derivó en el gol tempranero de Puerta.
Ya en el segundo encuentro, ante Australia, se mantuvo el 4-3-3 pero con algunos ajustes: los interiores actuaron más cerca del mediocentro y los extremos se movieron hacia zonas interiores para combinar. Aquí se vio una versión de Colombia mucho más equilibrada y se vio en el marcador, cómodo 3-0.
Puntos altos de Colombia
1. Liderazgo consolidado en ataque
James Rodríguez y Luis Díaz volvieron a destacar. El primero aportó claridad y distribución; el segundo, desequilibrio y potencia. Ambos siguen siendo claves para destrabar partidos y marcar diferencias ante cualquier rival, siendo las grandes figuras del equipo.
En términos generales, la columna vertebral de Colombia parece estar consolidada de cara al Mundial y, salvo lesiones o alguna sorpresa, es probable que el 70% de los jugadores tenga asegurado su puesto como titular.
2. Aporte de jugadores jóvenes
Gustavo Puerta dejó una grata impresión, no solo por su gol sino por su capacidad para sostener el medio y darle ritmo al equipo. Es más, hay muchos que incluso lo están pidiendo sobre un jugador consolidado como Richard Ríos.
Johan Carbonero también respondió desde el banco, mostrando que Colombia cuenta con alternativas reales para renovar energías en el ataque.
3. Variantes tácticas bien ejecutadas
La Tricolor manejó distintos registros: en el primer partido, supo competir en un duelo más físico y trabado; en el segundo, impuso ritmo y controló todas las fases. Esa variedad da señales de un equipo más maduro y adaptable que sabrá responder a cada exigencia cuando se desarrolle la Copa Mundial.
Aspectos por mejorar
Aunque lo parezca, todo no es felicidad para Néstor Lorenzo. Y es que parece ser que hay una amplia diferencia entre las figuras indiscutidas y los jugadores reservas.
Futbolistas como James, Lerma y Luis Díaz parecen no tener reemplazo por nivel y por jerarquía. Sin dudas la misión en estos meses será luchar por equilibrar las diferencias entre los titulares indiscutidos y las variantes que estarán disponibles en el banco.
Conclusiones
En resumen, los dos triunfos permiten a la Tricolor cerrar la Fecha FIFA con confianza, elevar su posición en el ranking y fortalecer la idea futbolística. La competencia interna aumenta, los roles están mejor definidos y el equipo llega a la recta final de la preparación con señales alentadoras.
Aunque aún hay detalles por corregir, especialmente en transiciones defensivas y en la extensión del plantel, la Selección Colombia cerró la jornada con señales sólidas de crecimiento. El equipo comienza a mostrar un modelo de juego reconocible, competitivo y adaptable, lo que alimenta la confianza de cara al Mundial 2026.






